No Surprises - Radiohead
Hola.
Esta noche estaba en el salón viendo un concurso de la tele mientras esperaba la hora de cenar.
Empezaba a pensar en la posibilidad de prepararme un sándwich cuando mi hermano Hugo ha salido de la habitación de mi madre y la ha vuelto a cerrar con cuidado, que es lo que hace cuando es mejor quedarse en silencio y no molestar.
Mi madre últimamente está deprimida, lo cual me pone triste y hace que no me pueda concentrar.
Me he levantado para ir a hacerle compañía u ofrecerle algo de beber, ya que dudo que Hugo lo haya hecho.
Pero entonces mi hermano me ha agarrado del cuello de la camiseta. Como si fuese a irme a alguna parte.
—Ya está bien —gruñó, y me pregunté si me habría metido en algún lío sin darme cuenta.
Cogió el mando y apagó la tele.
—Hugo…
—No me llames así.
No me sale llamar a mi hermano por su apodo. Para mí solo es Hugo, pero para él soy uno más de su banda. Para él, seguimos en el parque. Aunque él se marchase hace tres años y todo eso ya no exista.
Me jode cuando el Rubio me dice que no tengo que ser como él, porque nunca lo he pretendido.
—Capi —me corregí—, ¿qué le pasa a mamá?
Soltó el aire por la nariz con una risa irónica.
—¿Qué le va a pasar? —preguntó con sarcasmo, como si fuera una tontería o un simple inconveniente—. Lo de siempre. El dinero.
Apreté los dientes. Su tono paternalista me enfadó, y cometí el error de contestarle.
—No hables así de ella.
Hugo es más fuerte que yo. También un poco más alto. El skate no se le daba especialmente bien, pero le encantaba. Al menos al principio.
—Cállate, enano —amenazó. Me agarró el antebrazo con fuerza, haciéndome daño—. Ponte a trabajar.
—¿Qué?
—Lo que oyes. Necesitamos dinero, y tú estás viendo la vida pasar. Haz algo útil.
Sé que es estúpido, pero no tenía ningún plan cuando dejé el instituto, el año pasado. Mis padres se alegraron porque eso significaba que comenzaría a trabajar y ganaría dinero y construiría mi propia vida. Mi hermano dijo que yo no valía para nada, y mi hermana mayor me dijo que hiciese lo que quisiera. Pero ella ya no vive con nosotros. Si me lo hubiese montado como ella, podría aspirar a casarme y quizá tener un hijo de aquí a cinco años. Pagar un alquiler durante toda mi vida. Pensé que podría.
—Pero es difícil, no encuentro nada.
—Si no sabes hacer nada, tendrás que mentir y decir que sí. Me da igual. Necesitamos dinero —repitió.
Sentí que el suelo se movía, o tal vez era yo quien flotaba. La sangre me bombeaba en la cabeza y me sentí raro otra vez.
Odio cuando Hugo hace de padre conmigo.
Cuando terminó de decirme todo eso me empujó hacia el sofá y me dio una patada en las piernas antes de marcharse.
Por este tipo de cosas no me gusta pasar la tarde en casa. Pero hoy ha llovido todo el día y no quería salir. Sigue lloviendo.
Luego he ido a ver a mi madre, me ha abrazado y todavía la escucho llorar desde mi habitación. Quiero dejar de oírla, y que llegue mi padre de trabajar.
Hoy no tengo nada que contarte sobre los chicos. Lo siento.
Ian.
¡Hola! ¿Qué os ha parecido este correo? Es un poco más triste, pero creo que necesario para entender al personaje. Pronto volveremos con la historia principal, no os preocupéis jeje.
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